En el mundo de las fragancias, algunas creaciones trascienden lo olfativo para convertirse en auténticas obras de arte. Hoy exploramos Shumukh, el perfume árabe más caro del mundo, una joya sensorial que fusiona perfumería, joyería y escultura en un solo frasco.
Shumukh: el perfume más caro del planeta
Creado por The Spirit of Dubai de Nabeel Perfumes, Shumukh es una pieza única valorada en aproximadamente US$1,295 millones. Su nombre significa “merecedor de lo más alto” en árabe, reflejando la ambición de su diseño.
El frasco de 3 litros está elaborado en cristal de Murano y adornado con 3.571 diamantes (38,55 ct), topacios, perlas, 2 kg de oro de 18 quilates y casi 6 kg de plata, representando símbolos emblemáticos de Dubái: halcón, caballos árabes, rosas, globo terráqueo, entre otros.
La fragancia y su legado olfativo
Tras más de 3 años de desarrollo y casi 500 pruebas, Shumukh presenta una fórmula unisex elaborada con ingredientes naturales exquisitos: oud indio puro, rosa turca, sándalo, ámbar, almizcle, pachulí, ylang-ylang e incienso. Su aroma dura hasta 12 horas en la piel y puede permanecer por más de 30 días en la ropa.
¿Por qué alcanza un precio así? Claves del lujo extremo
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Materiales excepcionales: una botella convertida en una joya artística, con metales preciosos y gemas.
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Artesanía artesanal: diseñada por artesanos de Italia, Francia, Suiza y Dubái bajo la visión del perfumista Asghar Adam Ali.
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Exclusividad absoluta: solo existe un ejemplar, lo que incrementa su valor simbólico.
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Mercado del lujo olfativo: perfumes de nicho con ingredientes raros como oud, iris o jazmín ya encarecen mucho los productos.
Conclusión
Shumukh no es solo un perfume: es una afirmación de estatus, cultura y excelencia. Su diseño monumental y su fragancia exclusiva la convierten en un objeto de deseo más allá del lujo convencional.
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